
En la edición 2025, POÈME presenta FRACTALES Vol. 2, el pulso de lo vivo, una muestra que nos invita a recordar que toda transformación conserva algo de su origen, con un ritmo propio de expansión y repliegue. Cada obra, cada vínculo contiene la estructura invisible de un patrón más vasto: el eco de lo que ha sido, el germen de lo que será.
Así lo entienden, y trabajan desde esa conciencia, las seis artistas cuyos trabajos se presentan.
Fractales Vol. 2 propone un recorrido por las correspondencias secretas entre los cuerpos, las materias y las formas del tiempos. Las obras reunidas en la muestra no sólo representan el mundo sino que lo continúan. En su multiplicidad habita el todo .
POÈME es un espacio de estudio, investigación, divulgación y exhibición del arte contemporáneo. Un lugar de pensamiento donde posibilitar la exploración de distintas maneras de concebir la relación entre el arte, los artistas, su público y los relatos que los unen. Trabajamos en conjunto con investigadores filósofos, antropólogos, sociólogos y educadores.
TEAXTO CURATORIAL:
El pulso de lo vivo | Fractales Volumen II
Nada se repite idéntico. Lo que vuelve, vuelve transformado.
Anónimo japonés
Hay formas que regresan para recordarnos que toda transformación conserva algo de su
origen. La vida misma —con su constante ritmo de expansión y repliegue— podría pensarse como un gran fractal que respira. Cada nacimiento, cada obra, cada vínculo, contiene la estructura invisible de un patrón más vasto: el eco de lo que ha sido, el germen de lo que vendrá.
Si la primera edición de Fractales exploraba los ecos de lo infinito, esta segunda nos
invita a reconocer la materia viva de esa infinitud. Aquí, el fractal —además de ser un
concepto matemático y un símbolo del orden cósmico—, es una forma de experiencia: una intuición vital que une el gesto humano con los movimientos del universo. Todo pulsa en la misma frecuencia de lo vivo.
Las seis artistas que componen este volumen trabajan desde esa conciencia de
interdependencia: cada una traza, en su lenguaje, la respiración del mundo.
Luisa Freixas se adentra en la selva como matriz simbólica y vital. En sus collages y
xilografías, la flora se multiplica como una escritura que respira. Las hojas, los tallos, los
trazos, devienen huellas de una energía que no se apaga. Su selva interior, que es también
exterior, vibra con la certeza de que “el arte te salva la vida”: la frase que sostiene su obra
como un mantra.
Cynthia Carllinni investiga la sustancia del tiempo. Su obra digital despliega un
cosmos donde los instantes se superponen, se reflejan, se esperan. En su reinterpretación del absurdo beckettiano, la espera deja de ser inercia para volverse respiración, resistencia, gesto de afirmación ante el vacío. Su lenguaje de luces y algoritmos revela que incluso en el espacio virtual persiste una pulsación orgánica, un cuerpo que se rehace.
Marcela Ferrero escucha la geometría del alma. En sus mandalas curvos y coloridos, la simetría se vuelve respiración y juego. Sus obras son diagramas de calma: paisajes interiores que contienen la memoria de la meditación y del gesto libre. Cada trazo
circular parece repetir la forma del universo, recordándonos que el equilibrio no es
inmovilidad, sino danza en espiral.
Ángeles Jacobi trabaja con el misterio de lo que se deshace. En su instalación textil,
el tejido se abre, se transforma, se desborda. “El último abrazo” habla de la pérdida sin
nombrarla, de la ternura que permanece en el acto de soltar. En su movimiento de destejido hay un aprendizaje sobre la vida: nada muere del todo, todo vuelve en otra forma.
Claudia Iturralde nos invita a enlazar materia y espíritu. Su obra escultórica interroga
el origen y lo fragmentario; en el huevo y la nuez conviven principio, posibilidad y devenir.
En sus fieltros, el paisaje se desdibuja para convertirse en atmósfera, en respiración
contemplativa. El cuerpo de la artista se une a la materia, y el gesto se vuelve meditación
sobre lo invisible.
Soledad Costantini transforma la fotografía en una forma del aire. Sus azules, en sus
múltiples intensidades, evocan el agua, el hielo, la transparencia. En sus imágenes, la
mirada no registra: flota. La artista interroga la frontera entre lo natural y lo artificial, entre lo que el ojo percibe y lo que imagina. Sus obras nos recuerdan que toda imagen es una forma de reverencia, una tentativa de tocar lo inasible.
F
ractales Volumen II propone un recorrido por las correspondencias secretas entre
los cuerpos, las materias y las formas del tiempo. Las obras aquí reunidas no sólo
representan el mundo; lo continúan. En su multiplicidad habita la misma ley secreta que rige las mareas, el crecimiento de las ramas, los latidos del corazón.
Sofía Di Scala
Filósofa e investigadora en artes
Del 10 al 12 de noviembre
Honduras 5952



Internal: Archivos compartibles
Material para redes sociales

