
MEDITACIONES URBANAS
Mi relación con el arte nace desde la observación.
Desde siempre he sentido la necesidad de mirar con atención el mundo que me rodea, como si cada imagen, cada gesto de la vida cotidiana, encerrara una verdad escondida. Observé cómo los cambios fueron moldeando la forma de vida en la sociedad argentina, y en particular en la ciudad de Buenos Aires, ese corazón urbano que late con intensidad y contradicción.
A lo largo del tiempo, intenté plasmar esos cambios en distintas muestras. "Breve historia de un pasado no muy lejano" fue una de las primeras, donde retraté el regreso de Perón al país hasta la doble elección de Menem en democracia. Luego vinieron "Manifestaciones", y más tarde "Cartoneros", capturando con mi mirada fragmentos de una realidad a veces dura, pero siempre digna de ser contada.
En 2020, apenas diez días antes del confinamiento global, presenté "Incertidumbre Urbana", una muestra que, sin saberlo, anticipaba el clima de desconcierto que vendría. Dos años más tarde, con las huellas del encierro aún frescas, expuse "Incertidumbre Urbana II", atravesada por el dolor colectivo que esa experiencia nos dejó.
Después llegó "Entre el dolor y la gloria", un intento de registrar no solo el sufrimiento, sino también el júbilo. Ese instante suspendido en el tiempo en que un mundial de fútbol logró unirnos, aunque fuera por unas horas, en una nación sin grietas.
Hoy, vuelvo a observar.
Veo cómo la tecnología ha traído transformaciones tan rápidas como profundas. En salud, en comunicación, en transporte: el progreso es innegable. La eficiencia y la productividad han alcanzado niveles impensados. Sin embargo, en medio de tanta conexión, también percibo un vacío, una suerte de soledad compartida. En esta era de hipercomunicación, la incomunicación parece paradójicamente más presente que nunca.
Quizás porque estamos atravesados por una avalancha de información que no da respiro, que se impone sin preguntar, y que muchas veces no permite el ejercicio de un pensamiento propio.
Con estas reflexiones, presento hoy esta muestra, concebida como una metáfora de nuestra realidad, inspirada en el pensamiento de Friedrich Nietzsche: "No hay hechos, solo interpretaciones."
Estos trabajos son, en definitiva, una humilde interpretación personal del mundo que me toca vivir. Una mirada, una pincelada, un color, ...una manera de intentar comprender lo incomprensible.
Daniel Corvino
INAUGURACIÓN - MIÉRCOLES 24 DE SEPTIEMBRE De 18 a 20:30h Av. Alvear 1640 PB, CABA



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