
El ciclo presentará títulos clásicos de horror, aventuras y tragedia. Del martes 16 al martes 30 de septiembre se llevará a cabo en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530) un ciclo denominado Cien años atrás: horror, aventuras y tragedia. El programa está integrado por seis largometrajes que cumplen este año un siglo de vida e incluye, entre otros títulos, las exitosas El fantasma de la ópera de Rupert Julian, El mundo perdido de Harry O. Hoyt, y El gran desfile de King Vidor. El ciclo está organizado por el Complejo Teatral de Buenos Aires, dependiente del Ministerio de Cultura de la Ciudad, junto con la Fundación Cinemateca Argentina.
La agenda completa del ciclo es la siguiente:
Martes 16 La espiritista (The Mystic; EE. UU., 1925)
Dirección: Tod Browning
Con Aileen Pringle, Conway Tearle, Mitchell Lewis
Ambientada en los terrenos predilectos del director Tod Browning –carnavales sombríos repletos de personajes siniestros–, La espiritista está protagonizada por la diva del cine silente Aileen Pringle, quien luce una serie de atuendos memorablemente extravagantes (cortesía del célebre diseñador art déco Erté) como Zara, una falsa vidente de un carnaval húngaro que procede a estafar a la alta sociedad estadounidense. La fascinación de Browning por lo extraño se exhibe plenamente en las inquietantes secuencias de sesiones espiritistas, mientras que su subversiva ambigüedad moral extiende una sorprendente compasión incluso a los antihéroes aparentemente más irredimibles. “Había una vez un circo. Corría 1898 y Charles Albert Browning, un muchacho de Kentucky que en ese momento tenía unos dieciséis años y una fascinación incurable por los espectáculos de las ferias trashumantes, abandonó el hogar familiar y se fue atrás de las mujeres barbudas, los enanos, los forzudos y los hombres-bala. Inició una vida en el camino y fue entonces payaso, jinete y director de un teatro de variedades. Eventualmente se pondría tras las cámaras para llevar adelante unos cuantos quickies, cortos de dos actos, melodramas y westerns, y hasta actuaría para el pionero de pioneros D. W. Griffith en Intolerancia (1916). Pero sería el circo, la exhibición de aberraciones de la vida real, lo que seguiría obsesionándolo toda su vida. Tod Browning veía en esas colecciones de bizarrías que eran los tullidos, los fenómenos, los deformes, en todos esos personajes que el cine, el teatro y la literatura pretendían reservar para el terror y la ciencia ficción, más humanidad que la que animaba al resto del mundo del espectáculo. Durante años Browning filmó historias de crimen, amor y locura con personajes mutilados y otros habitués del universo circense”. (Mariano Kairuz, Página/12)
A las 15 horas (70’; DM).
El mundo perdido (The Lost World; EE. UU., 1925)
Dirección: Harry O. Hoyt
Con Bessie Love, Lewis Stone, Wallace Beery
Una expedición dirigida por el profesor Challenger viaja a Brasil con el fin de encontrar el mundo perdido que se menciona en el diario del desaparecido explorador Maple White. Los viajeros llegan a una meseta misteriosa en la selva amazónica. Un espectáculo excepcional se les ofrece: el lugar ha permanecido como en la época de los dinosaurios.
“El primer gran film de dinosaurios data de 1925: The Lost World fue el equivalente de Jurassic Park durante el período mudo y se convirtió en una de las películas más taquilleras del momento (...) La historia, basada en la novela de Arthur Conan Doyle, narraba el viaje de unos exploradores a una apartada región de la selva amazónica plagada de bichos prehistóricos y su regreso a Londres con un temible brontosaurio. Lo realmente importante es que los efectos de animación cuadro por cuadro eran de Willis O'Brien, el pionero de los FX que una década después asombraría al mundo con King Kong (1933), donde el gorila también combatía con varios dinosaurios, incluyendo un pterodáctilo”. (Diego Curubeto, Cine bizarro).
A las 18 horas (103’; DM).
Miércoles 17 El gran desfile (The Big Parade; EE. UU., 1925)
Dirección: King Vidor
Con John Gilbert, Renée Adorée, Hobart Bosworth
Jim es un muchacho rico que nunca ha trabajado. Presionado por su novia, Jim se alista junto a otros dos jóvenes al estallar la Primera Guerra Mundial. Cuando llegan a Francia se dan cuenta de que la guerra no es lo que esperaban.
“King Vidor es un director de antología. Ha creado más grandes momentos y menos grandes películas que cualquier otro director de su talla. El suyo es un talento desusadamente intuitivo, que se basa poco en la teoría. Los clásicos de su período humanístico –El gran desfile, La multitud (1928), Hallelujah (1929)– son tan irregulares e impresionantes como los clásicos de su delirante período moderno –Duelo al sol (1946), Uno contra todos (1949), Ruby Gentry (1952). El de King Vidor es un cine arquitectónico, sin el determinismo de Fritz Lang y el decadentismo de Antonioni”. (Andrew Sarris, El cine norteamericano). “La fulgurante belleza de muchas de las secuencias de El gran desfile –esa marcha en medio del bosque ritmada por metrónomo, las escenas con Renée Adorée y el descubrimiento del chewing-gum –se imponen de tal forma en la memoria que nos hacen olvidar las torpezas del relato. (…) Cine de ambiciones épicas, con una aprehensión cósmica del mundo, de las relaciones entre el individuo, la Naturaleza y la Creación, desbordante de sentimientos, la obra de King Vidor parece gestarse en esos paisajes infinitos, esos inmensos cielos, esa tierra desgarrada por contradicciones: entre la Agricultura y la Industria, ambas desmesuradas, entre el apego al pasado y la necesidad de reconquistar el futuro. Al igual que D.W. Griffith, Vidor quiso crear también obras originales, filmar ideas, tratar problemas de civilización, pero ‘sin esa sofisticación europea que yo no tengo’, como él mismo declaró con desarmante ingenuidad. Hacer, en definitiva, cine de autor, pero un cine que recibiera la aprobación del público”. (Bertrand Tavernier, Jean-Pierre Coursodon, 50 años de cine norteamericano).
A las 14.30 (151’; DM).
Cuerpo y alma (Body and Soul; EE. UU., 1925)
Dirección: Oscar Micheaux
Con Paul Robeson, Mercedes Gilbert, Julia Theresa Russell
El célebre actor y cantante negro Paul Robeson, en su debut en la pantalla, interpreta a un fugitivo que se hace pasar por un predicador en la Georgia rural. Bajo el alias de “Reverendo Jenkins” este personaje amoral bebe, juega, chantajea a los residentes locales y descaradamente se aprovecha de la joven Isabelle y su desprevenida madre, Martha Jane. Pero Isabelle está enamorada de Sylvester, un joven pobre y honrado (también interpretado por Robeson).
“Cuerpo y alma posee de entrada el aliciente de ser uno de los pocos films mudos que han sobrevivido del director afroamericano Oscar Micheaux, además de suponer el debut cinematográfico de Paul Robeson, uno de los actores negros más importantes surgidos en Estados Unidos en aquella época. Tanto Oscar Micheaux como Paul Robeson son dos figuras fundamentales a la hora de hablar de cine afroamericano (…). Pese a ser una obra afroamericana, Cuerpo y alma no trata el tema del racismo y se centra sencillamente en retratar a ese despiadado protagonista, por otra parte muy carismático. Robeson borda el papel sin caer en los excesos, sirviéndose sobre todo de pequeños gestos y matices. Micheaux, que adaptaba una novela propia, hace un trabajo muy competente tras la cámara. Es de destacar por ejemplo la escena de la violación, un momento siempre difícil de mostrar en filmes de aquella época, que Micheaux resuelve con unos planos muy cuidadosamente escogidos”. (Guillermo Triguero, El testamento del doctor Caligari). “Pienso en MIcheaux como el Pionero Negro del cine norteamericano; no solo porque era negro, o porque en su juventud fue in pionero del Oeste, o porque fue la mayor figura de las películas ‘raciales’ y una fuerza injustamente ignorada en el cine norteamericano. Micheaux es el Pionero Negro norteamericano en el sentido de que André Breton era el Papa Negro del surrealismo. (…) Las películas mudas de Micheaux eran más actuales, más morbosas y más críticas que las de los demás cineastas afroamericanos”. (J. Hoberman, Underworld U.S.A.: El cine independiente americano).
A las 18 horas (102’; DM)
Jueves 18 El fantasma de la ópera (The Phantom of the Opera; EE. UU., 1925)
Dirección: Rupert Julian
Con Lon Chaney, Norman Kerry, Mary Philbin
En los sótanos de la Ópera de París vive oculto el misterioso Erik, el hombre de voz de ángel y rostro desfigurado de demonio, que acecha entre pared y pared a la hermosa soprano Christine Daeé, a la que desea catapultar hasta la cima de la fama; pero cuando se entera de que la cantante está prometida al apuesto vizconde Raoul, se vuelve loco de celos. Adaptación de la clásica novela de Gaston Leroux.
“La escena en la que la bella cantante le quita la máscara al fantasma provocó alaridos de terror y hasta desmayos en entre el público de 1925. El maquillaje cadavérico del protagonista fue uno de los grandes logros de Lon Chaney, y probablemente sea su caracterización más famosa. (...) El director Rupert Julian había sido un actor muy famoso en los tiempos en los que Chaney comenzaba en la Universal. Y el hecho de que lo hubieran llamado para reemplazar a Erich von Stroheim en Merry-Go-Round (1923) le había hecho creer que tenía más talento que el director vienés. El resultado fue que Julian comenzó a resentir la fama de Chaney y ninguno de los dos se habló durante el rodaje. El realizador terminó abandonando el set, y la persecución final de la película fue dirigida por Edward Sedgwick. (...) El fantasma de la ópera marcó varios hitos en la forma de hacer cine. La escena del gran baile de disfraces y un par de escenas de ballet se rodaron en el primitivo Technicolor de dos colores. Y la Ópera de París se convirtió en el primer decorado de Hollywood construido con cemento y acero. Es el único decorado de una película de Chaney que sobrevivió hasta nuestros días, y entre los films que lo utilizaron posteriormente se cuentan Cortina rasgada (1966, Alfred Hitchcock) y El golpe (1973, George Roy Hill)”. (Diego Curubeto, Cine bizarro).
A las 15 horas (93’; DM).
El águila negra (The Eagle; EE. UU., 1925)
Dirección: Clarence Brown
Con Rudolph Valentino, Vilma Banky, Louise Dresser
Rusia, siglo XVIII. Cuando Vladimir Dubrovsky rehúsa convertirse en amante de la zarina Catalina II, ésta, herida en su orgullo, lo acusa de ser un criminal y ordena que lo capturen vivo o muerto. Las propiedades de la familia Dubrovsky son inmediatamente confiscadas y entregadas a Kyrilla Troekouroff, un hombre cruel que provoca la muerte del padre de Vladimir. Cuando éste se entera, jura vengarse y, para ello, se oculta tras un antifaz negro y actúa con el apodo de “Águila Negra”.
“Clarence Brown es un romántico supremo, pero el romanticismo de El águila negra está atemperado con un ligero humor satírico que convierte al film en uno de los mejores y más vívidos de toda la filmografía de Valentino. La discreta elegancia de este film –la subordinación del estilo a la historia– posee todas las características que marcan la obra de Clarence Brown hasta sus películas más recientes”. (David Robinson, Hollywood in the Twenties). “El film puede ser visto como una astuta parodia del género de films de capa y espada y también como una parodia del propio Valentino. De hecho, El águila negra parece haber sido estructurada siguiendo las líneas de una ópera cómica. Hans Kraly, el guionista favorito de Lubitsch durante el período silente, moldeó libremente su guion a partir de Dubrovsky, una novela de Aleksandr Pushkin. La provocativa zarina (interpretada por Louise Dresser), entre otros aspectos del film, es puramente una creación de Kraly”. (Allen Estrin, The Hollywood Professionals: Clarence Brown).
A las 18 horas (73’; DM).
Viernes 19 El mundo perdido (The Lost World; EE. UU., 1925)
Dirección: Harry O. Hoyt
Con Bessie Love, Lewis Stone, Wallace Beery
A las 15 horas (103’; DM).
La espiritista (The Mystic; EE. UU., 1925)
Dirección: Tod Browning
Con Aileen Pringle, Conway Tearle, Mitchell Lewis
A las 18 horas (70’; DM).
Martes 23 El águila negra (The Eagle; EE. UU., 1925)
Dirección: Clarence Brown
Con Rudolph Valentino, Vilma Banky, Louise Dresser
A las 15 horas (73’; DM).
Cuerpo y alma (Body and Soul; EE. UU., 1925)
Dirección: Oscar Micheaux
Con Paul Robeson, Mercedes Gilbert, Julia Theresa Russell
A las 18 horas (102’; DM)
Miércoles 24 El fantasma de la ópera (The Phantom of the Opera; EE. UU., 1925)
Dirección: Rupert Julian
Con Lon Chaney, Norman Kerry, Mary Philbin
A las 15 horas (93’; DM).
El gran desfile (The Big Parade; EE. UU., 1925)
Dirección: King Vidor
Con John Gilbert, Renée Adorée, Hobart Bosworth
A las 17.30 (151’; DM).
La espiritista (The Mystic; EE. UU., 1925)
Dirección: Tod Browning
Con Aileen Pringle, Conway Tearle, Mitchell Lewis
A las 21 horas (70’; DM).
Viernes 26 El mundo perdido (The Lost World; EE. UU., 1925)
Dirección: Harry O. Hoyt
Con Bessie Love, Lewis Stone, Wallace Beery
A las 15 horas (103’; DM).
Martes 30 El fantasma de la ópera (The Phantom of the Opera; EE. UU., 1925)
Dirección: Rupert Julian
Con Lon Chaney, Norman Kerry, Mary Philbin
A las 15 horas (93’; DM). Valor de las localidades: Entrada general: $7.000.- Estudiantes /Jubilados: $4.000.- Entradas a la venta por boletería y web, una semana antes del inicio del ciclo.


